¿Por qué tengo que contratar a una consultoría estratégica?

 

Para lograr la supervivencia en un mercado competitivo, es imprescindible afrontar la lucha con las mayores garantías posibles. Podemos ir a la guerra “a pecho descubierto” o armados hasta los dientes, pero en ambos casos el éxito dependerá de la estrategia que hayamos podido planificar.

En muchas ocasiones las Pyme están posicionadas en el mercado por un simple factor circunstancial en el que el mercado ha absorbido la demanda de sus bienes o servicios, pero sin buscar de forma activa la forma de mejorar esta posición. En una primera fase empresarial, la preocupación más importante de cualquier Pyme es la supervivencia, pero tarde o temprano se deberá plantear un proceso de consolidación o crecimiento en el mercado. Es a partir de este punto en el que se tiene que tener una estrategia que de luz a todas las preguntas que nos vayamos encontrando en nuestro camino.

Esta estrategia requiere un análisis previo donde vamos a dar respuesta a las preguntas siguientes: ¿Quiénes son mis clientes? ¿Con quién estoy compitiendo? ¿Qué prefieren mis consumidores y usuarios finales? ¿Mi producto o servicio es distinto del resto? ¿Tengo alguna ventaja competitiva? ¿Tengo la plantilla necesaria para mantener el ritmo de mis ventas? ¿Utilizo la tecnología adecuada? ¿Las instalaciones donde desarrollo mi actividad tienen una dimensión suficiente para atender mis necesidades?

Todas estas preguntas sirven para responder a la situación actual, pero también tenemos que responder a preguntas de futuro como ¿Queremos o tenemos que crecer? ¿Cómo vamos a crecer? ¿Cómo vamos a relacionarnos con nuestro entorno?  Y una vez planteadas estas preguntas, volver a resolver las preguntas del apartado anterior para averiguar que necesidades vamos a tener en el futuro.

Para dar respuesta a estas incógnitas, los socios de las Pyme junto con los órganos de Administración de las compañías tienen que buscar a los profesionales que les aporten el conocimiento y la experiencia necesaria para afrontar los retos de planificar y ejecutar un plan estratégico. En el caso de no tener personas preparadas para liderar este proceso dentro de la organización pueden contratar profesionales asalariados o formar al personal actual, pero la solución más práctica y rentable, es la contratación de una consultoría especializada en esta actividad para elaborar, implementar y verificar el desarrollo de la planificación estratégica aprobada por la empresa.

Según define el profesor de Harvard Michael Porter: “consultoría estratégica” es toda aquella actividad encaminada a conseguir una ventaja competitiva. Como aquello que me diferencia de mi competencia y que me da la clave del éxito en un determinado mercado.

A los directivos de las Pymes, les cuesta plantear cambios importantes porque supone una mayor carga de trabajo y genera tensiones en la fase inicial de aplicación. La contratación de un servicio de consultoría externo ayuda especialmente, a reducir la resistencia al cambio porque invita a la dirección que sea participe del proyecto y comparte sin imponer su plan estratégico.

 

Aimaser Team

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