¿HA LLEGADO EL MOMENTO DE VENDER MI EMPRESA FAMILIAR?

 

Las empresas evolucionan a lo largo de su existencia, pasando por cinco fases de crecimiento: Inicial, Supervivencia, Éxito, Despegue y Madurez de Recursos.

En el caso de las empresas familiares, antes de contestar a la pregunta ¿Ha llegado el momento de vender mi empresa familiar?, tenemos que saber en qué fase nos encontramos y para ello, lo primero que tenemos que conocer las cinco fases:

 

1 Fase Inicial

Se trata del primer periodo de actividad en el que el empresario lo hace todo. Todo el negocio gira a su alrededor y es el encargado de idear, implementar y supervisar todas las actividades de la empresa, aunque el único objetivo real del empresario es mantenerse activo y evitar el fracaso.

En esta fase, la obsesión del empresario es conseguir la captación de clientes y de recursos para poder mantener el negocio.

Es una etapa muy difícil y muchas empresas no la superan. No saben cómo identificar su cliente ideal, vender sus servicios o productos, no tienen estrategia empresarial.

Lo importante es pasar cuanto antes a la fase siguiente.

 

2 Fase de Supervivencia

Superada la complicada fase inicial podemos considerar a la empresa, una entidad de trabajo más eficiente, que además está empezando a obtener algún beneficio. El producto o servicio que la empresa ofrece, ya se ha posicionado en el mercado.

El siguiente paso es garantizar los beneficios y conseguir nuevos clientes, pero no de cualquier forma, sino, redefiniendo el cliente ideal, precios, nuevas estrategias y se empieza a pensar también en encontrar Retorno a la Inversión (ROI).

El empresario, en esta fase no para de tener ideas y le cuesta centrarse, por lo que es muy importante que se marque objetivos. La empresa sigue teniendo una estructura sencilla, con pocos empleados y sin persona que se dedique a las ventas.

Esta fase es decisiva, si no se definen correctamente las directrices, se puede volver a la fase anterior con el riesgo que conlleva: el cierre. Si por el contrario se hace correctamente la recompensa será ir a la siguiente fase: éxito.

 

3 Fase de Éxito

En esta fase, se puede decir que la empresa familiar es un éxito. El negocio tiene beneficios consistentes y por tanto la empresa ha alcanzado una buena salud financiera, y ha crecido hasta tal punto que necesita ayuda externa para se encarguen de diversas áreas de la empresa. Llegó el momento de delegar.

En esta etapa se tiene que empezar a decidir si se apuesta por el creciendo o si se mantiene en ese punto óptimo en el que se encuentra.

El negocio se ha dotado de una estructura y el empresario familiar, tiene más libertad para poder atender otras actividades a parte de la gestión del día a día de su empresa.

 

4 Fase de Despegue

Si en la etapa anterior se ha tomado la decisión de crecer, en la fase de despegue se buscará el rápido crecimiento empresarial. Para ello, la empresa requiere una inyección de capital con el fin de dar cabida al mayor volumen. Esto significa más personal, más equipo y tecnología e implementar procesos y sistemas en la empresa.

Este es el momento en el que se deja de ser una Pyme y se pasa a ser una gran empresa. Pero este también es el momento donde las cosas pueden quebrarse.

Una mala administración de los nuevos gastos o una mala gestión en este momento podría hacer que fracasase ese negocio que hasta ahora ha ido tan bien.

 

5 Fase de Madurez de Recursos

Se dice que una empresa alcanza la madurez cuando está lista para la diversificación.

Que la empresa sea mayor, no significa que sea incapaz de reaccionar a los cambios del mercado. Porque precisamente, eso es lo que tiene que ocurrir: se tiene que buscar otros productos y mercados que permitan ampliar la base de clientes existente más allá del alcance del modelo de negocio original.

Esto mantiene a la empresa siempre a flote, ya que algunas de sus partes se encontrarán en las fases iniciales de crecimiento, y por tanto, hay que evolucionar, los productos o servicios del inicio no podrán aportar demasiados beneficios a la empresa global.

En esta fase hay muchas opciones como la adquisición de otras empresas con fusiones o absorciones y los acuerdos comerciales, entre otras opciones.

 

Para poder responder a la pregunta: ¿Ha llegado el momento de vender mi empresa familiar?, además de saber en qué fase de crecimiento se halla la empresa, se tienen que valorar otros elementos familiares, sociales y económicos, pero una vez iniciado este análisis de valoración, puede que cambiemos la pregunta: ¿Ha llegado el momento de comprar a otra empresa?

A la hora de abordar un proceso de esta naturaleza, la familia empresaria debe ser consciente de que el mismo tiene una estructura y fases claramente definidas y que su desarrollo suele conllevar un periodo de tiempo prolongado así como la asunción de compromisos incluso en etapas iniciales, siendo por tanto recomendable contar desde un principio con el adecuado asesoramiento.

En particular, reviste especial trascendencia contar con información fiable y contrastada por profesionales de, según el caso, a propia empresa o de los negocios a adquirir, a los efectos de conocer con absoluta seguridad cuáles son las fortalezas, debilidades y riesgos de la operación. Al tratarse de empresas o negocios en funcionamiento, la información debe extenderse a todas las materias que afectan a la actividad desarrollada, con el fin de prevenir los posibles riesgos que pudieran derivarse para el comprador o que debieran garantizarse por el vendedor.

En tanto en cuanto no se disponga de un amplio confort en relación con la información requerida, la familia empresaria no debería adquirir compromisos. En estos casos, la mejor consejo es que se busque la ayuda de los profesionales que pueden colaborar en analizar las opciones y responder a las preguntas sobre la continuidad de la empresa familiar.

 

Jordi Isanta | Consultor

jisanta@aimaser.com | www.aimaser.com